Queridos #nuevospobres. Hoy escribo para contaros que, como es evidente, he tenido que cambiar el interfaz del blog ¿Por qué? Porque si quería mantener el anterior me obligaban a pagar. Y la verdad es que no entiendo por qué. Cuando recibí el email de WordPress, dándome la triste noticia, entendí mal, y pensaba que me querían pagar ellos a mí por tener una cosa tan fea. Me hizo mucha ilusión, pero cuando lo volví a a leer, me di cuenta de que no, de que en esta vida no se consigue dinero de una manera tan fácil.
Y es que es muy difícil ganar dinero. Hace mucho que no escribo porque no tengo tiempo. Y trabajo mucho. Y gano muy poco. Y yo lo único que quiero son unos zapatos nuevos. O un viaje a Perú. Yo qué sé. Soy de la Generación Millenium, lo quiero todo.
El otro día, una amiga tenía la intención de celebrar una fiesta de disfraces, en la que el tema era: ¿Qué te gustaría ser en tu próxima vida? Tuve mis dudas entre ser un ninja o Jacques Custeau. Pero pensándolo mucho, decidí que me customizaría un traje de «chica de alfombra roja», de esas que posan de espaldas con el cuello descoyuntado. Y me pondría unos bocadillos saliendo de mi boca, diciendo: el secreto de mi belleza es beber mucha agua (yo aquí sigo procrastinando mi hidratación día tras día) y dormir 8 horas (hola ojeras, qué tal estáis).
Pero sin embargo, no tengo tiempo para ser chica de alfombra roja, así que todas las mañanas, cuando salgo de la ducha y me veo los pies, me digo: a ver si esta noche te quitas el esmalte de uñas que llevas desde el 10 de agosto. Cerda.
Sed felices #nuevosobres. Recordad que con dinero y sin dinero, casi siempre hago lo que quiero, excepto tener una plantilla de WordPress decente. Eso no se puede…
P.D: He escogido la primera plantilla gratis que he visto. Cuando el Sr. WordPress quiera que pague por ella, la volveré a cambiar. Gracias Sr. WordPress.
A veces un fin de semana da para mucho, #nuevospobres, y el pasado ha sido uno de esos. Intenso, muy intenso:
1. He ido al teatro. Recomendación #nuevospobres: Misántropo. Porque una es #nuevapobre y está muy out, pero de vez en cuando hay que ir a ver las cosas buenas, que haberlas haylas. Y gastarse el sueldo en algo no frívolo está pero que muy bien, se queda una con la sensación de haber invertido en neuronas.
2. He ido a un garito secreto: No digo el nombre porque es secreto. Y no diré más cosas para no dar pistas.
3. He ido a un bautizo: En realidad no llegué al bautizo porque soy una cateta de la metrópoli y me pierdo en cuanto salgo más allá de la urbe. Así que llegué directamente a la comida después de haber pasado una hora en el coche cuando debería haber sido media (próximamente en #losnuevospobres: mi odio acérrimo hacia los GPS). Muy bonito todo y muy rico. Me dio mucha pena no haberme llevado el tupper, porque una no sabe cuando volverá a comer caliente. Pero se me olvidó.
4. He visto la final de la Champions: Creo que debería llamarse liga de Campeón y no de Campeones, porque sólo gana un equipo, pero allá ellos… Como no tengo personalidad decidí que animaría al equipo ganador. Una no debe sufrir por el fútbol, ni por #casinada. Si os soy sincera, yo en realidad debería ser del Real Madrid: mi padre me llevaba al Bernabéu cuando era muy pequeña, y como él estaba atento a otra cosa, jamás se dio cuenta de que su hija era tan vaga que se comía bolsas y bolsas de pipas sin pelarlas; de que conocía a todos los señores calvos, gordos y fumadores de puros de la zona; de que alguno de ellos compartía su bocadillo conmigo; de que como me daba miedo ir al baño sola una vez hice pis en el suelo y nadie se dio cuenta porque el partido debía ser la mar de interesante; de que cuando se acababan las pipas llenaba esa misma bolsa de colillas por mera diversión y por afán coleccionista… Y aunque aprendí lo que era un fuera de juego antes que a leer, me da igual el fútbol. Lo importante no es ganar, lo importante es celebrar. Y eso hice el sábado pasado: celebrar.
5. Fui tomar el Coyudo (mitad comida, mitad desayuno. En inglés se dice Brunch, pero me suena como a eructo: brruuuch): Madrileños y visitantes, no debería gritarlo a los cuatro vientos porque bastante lleno está siempre, pero si queréis un buen Coyudo id a Carmencita.
6. He votado: y como por los siglos de los siglos seguiré empadronada en casa de mis padres, allí que me fui. Me hubiese gustado cerrar los ojos y coger cualquier papeleta al azar, pero Mi Santo me miraba desde lejos y aún no ha decidido dejarme, así que no quería parecer tan idiota a sus ojos. La verdad es que me daba igual quién ganase la Liga de Campeón, pero hubiese preferido que NO sacasen tantos votos ciertos partidos. No entiendo cómo, por ejemplo, Marie Le Pen ha podido sacar un 25% de votos, creo que es porque tiene nombre de actriz porno y a los franceses les encantan las pelis cochinas. Sí, debe ser por eso…
7. He visto el Lobo de Wall Street: Me pareció ver a Marie Le Pen entre tanta tía en pelotas.
Marie Le Pen obtiene el 25% de votos.
Y esto es todo #nuesvospobres. No sé por qué os he relatado mi fin de semana. En realidad quería contaros otra cosa pero me he liado. Cómo veis, mucho evento, mucho evento, pero servidora no logra salir de la condición de #Outgirl.
Sed felices, y celebrad, lo que sea, pero ¡¡celebrad!!
Hola #nuevospobres. Mis allegados me dicen que mi blog es feo. Y a mí, en realidad, me importa poco. Pero como tengo una personalidad regulera, ahora sólo veo los defectos, y me siento insegura.
Cuando me propuse escribir sobre nosotros, #losnuevospobres, me imaginaba un blog precioso con imágenes en movimiento, iconos que redirigiesen a redes sociales, etc. Me abrí la cuenta en WordPress y me puse a elegir plantilla. Pero ¿esto qué es? ¿que hay que pagar? Así que reduje mi ámbito de acción a las plantillas gratis. Una vez elegida la plantilla, muy mosna ella, me di cuenta de que para que quedase decente había que ponerse a trabajar en lenguaje HTML ¿En serio? Estamos en el siglo XXI, no existe el esperanto pero sí existe el HTML. Lo siento, pero no me parece normal. Así que me decidí por esa mierda de plantilla que tengo y por esa letra tan cutre y ese color rojo tan feo. Pero yo qué sé, sólo quería escribir. Y lo importante es el contenido, no el continente.
Hablando de contenidos y continentes: ayer estuve en el Museo Arqueológico, ahora llamado MAN (nada más entrar Mi Santo me preguntó ¿qué habrá sido de la revista MAN? sacaban a tías muy buenorras). El caso es que ayer, día de los museos (uséase museos GRATIS), levantamos nuestros culos del sofá y allí que nos fuimos. Como historiadora que soy disfruto mucho en el MAN (el museo, no la revista). Aunque esté lleno de niños es bastante agradable. Pero, de repente, me planteo muchas cosas ¿sabéis?:
La Dama de Elche: en la cartela dice, entre otras cosas «Piedra caliza, Alcudia de Elche (Elche, Alicante), siglos V-IV a.C… retrato de una dama de la aristocracia ibera, cuyos descendientes la habrían divinizado» ¿Estáis seguros? Y si en realidad es algo así como: «oye Loli, pues sí que os ha quedado bien el retrato de la abuela en el salón, está igualita igualita que cuando hizo de fallera mayor, cómo la echamos de menos…».
La abuela Dolores cuando fue Fallera Mayor
O esto: «Huevo de avestruz pintado, colonización púnica, siglos V-III a.C, su aparición, de carácter sagrado, hay que relacionarla con un pensamiento de fertilidad, de principio vital y de resurrección, como símbolo en el cual se encuentra encerrado el hálito vital, con el que se pueden volver los muertos a la vida…» ¿Seguro? Porque a mí me pega más que sea algo así como: «mamá, mamá, mira tu regalo del día de la madre, te he pintado un huevo ¿te gusta? Ay qué bonico hijo mío, irá parar al armario de tus regalos del día de la madre». Y por eso los arqueólogos encontraron una colección de huevos púnicos dos milenios después.
¡Feliz día de la Madre, mamá!
Y esto es todo por hoy. La conclusión es: tengo un blog feo, pero si dentro de dos mil años arqueólogos digitales lo encuentran en la arqueo-red, verán en él cómo destaca su uso como enclave terapéutico, o núcleo geopolítico dependiente de diversas comunidades ibéricas, al encontrarse en un importante paraje digital y a la vez punto importante en las vías de comunicación post-contemporáneas; quizás puedan ver que es feo porque pertenece a la proto-historia de las redes sociales. Será difícil de fechar, entre 1998 y 2008 (así de cutre es).
Algún día lo pondré bonico para que dejéis de decirme que es feo y para que dentro de dos mil años lo podáis ver en el MAN (o en la revista MAN).
Nosotros, #nuevospobres, los premiados por el Altísimo (que no por nuestros años eternos de estudio, esfuerzo y dedicación) con un empleo digno, sabemos que recibir un sueldo a fin de mes es la mayor recompensa para nuestras largas jornadas laborales. Generalmente cuando llega el día 28 del mes, servidora se empieza a poner nerviosita con el tema. Como me he descargado la aplicación de mi banco en el móvil (meeeecc, error), lo miro compulsivamente, cada hora, durante los 4 últimos días de mes, hasta que el Altísimo (esta vez me refiero a la persona que me paga en la Empresa) decide ingresarme el sueldo.
Los meses de fortuna puedo estar más o menos desahogada (esto significa: que no me fíen en la cafetería del trabajo), pero los meses trágicos sobrevivo desde el día 25 comiendo pan y agua (metáfora de «no tengo un duro», sí que como). Excepto el pasado mes de abril, que por un error de cálculo en el pago de las vacaciones de verano, me ingresaron el sueldo, me realizaron un cobro, adiós sueldo. Mi madre me pide con resignación el dinero prestado. Cuánto rencor.
En aquellos meses trágicos una se pregunta ¿dónde-coño-se-ha-ido-el-sueldo? Os recomiendo que no estudiéis vuestros hábitos de consumo. Ya os conté una vez que tengo un Kakebo («el libro de cuentas japonés para uso doméstico», 20 € en Blackie Books). Y que el 95% de mi sueldo va a parar al apartado «ocio y vicio». Vale, cuando llevas cinco meses seguidos utilizando el maldito Kakebo para todos los malditos gastos y sigues confirmando mes a mes que el 95% de tu sueldo va a parar a «ocio y vicio», y que así seguirá siendo por los siglos de los siglos, amén, es el momento de resignarse y dejar de utilizarlo. Y así esperar con ansia e imperiosa necesidad el día en que al Altísimo le de por ingresarte el sueldo.
Y es que, #nuevospobres, una no trabaja gratis (o no debería), excepto cuando puedes colaborar un poquito en algún proyecto bueno y divertido, como este vídeo de Alborotador Gomasio, dirigido por el gran Quique Santamaría y con Julio Llorente haciendo la foto ¡Disfrutadlo!
Hola #nuevospobres. No, no seré yo quien os indique qué está IN y qué está OUT, este mes. Para eso ya tenemos a Josie, ese fantástico ser que puso Dior en la Tierra para indicarnos qué está raséeeeee y qué no…
Pero hace unos días que pienso en que hay cosas que no deberían existir, y es por pura manía personal. Dándole vueltas a la cabeza me he dado cuenta de que soy una hortera, pero como las grasas, amigos, hay horterismo malo (HOLO) y horterismo bueno (HOBO). El horterismo malo me provoca caries y el horterismo bueno me hace feliz con maldad… Aquí van algunos ejemplos:
HOLO:
1. Las frases cursis y positivas. El optimismo con letra cuqui imitando el hipsterismo de 2012, típico de cualquier bar de Chamberí y que se extiende como el H1N1 por toda la región. Fuera, fuera y fuera. Arial 12, ¡vuelve por favor!
No me cuentes milongas
2. Las orquídeas. Son horteras y punto. Y si pones un flusflús del chino al lado para imitar un ecosistema tailandés en tu casa del centro de Madrid con 0% de humedad, mucho más. Pon un geranio en tu vida.
Uy, mira tú qué cuqui.
3. Comprar perros de raza. Gente, no gastéis dinero en la compra de un cánido de pedrigrí, sé que son muy mosnos y también tienen derechos, pero id a la perrera o asociaciones similares y adoptad un ser de cuatro patas o tres (como Lupita, la perra de mi amiga expatriada). Harás el bien y tendrás un amigo para toda la vida (de 10 a 15 años aprox.).
Perro arrastrándose que me ha hecho gracia en Tumblr.
4. Contar tus dramas en Facebook. La vida en las redes sociales tiene que ser maravillosa, que para lo demás ya tenemos la vida real. Si tienes un problema llama a una amiga, a tu madre o visita un psicoanalista argentino, pero jamás lo cuentes en público. Puedes incluso colgar fotos de tus pies en la playa. Pero no me cuentes cuentos. No seas HOLO.
Adolescente amargada contando sus dramas en alguna red social.
5. Blogs de bodas. ¡¡¡¡¡PORELAMORDEDIOSYAESTÁBIEN!!!!!! Y esto es todo lo que tengo que decir de los blogs de bodas.
¿En serio?
HOBO:
1. Gastarse el sueldo. No ahorréis, es cosa del pasado. Viajad. Gastad. Comed mucho. Bebed más. O acaso queréis que nos pase como a los pobres señores de las preferentes… Mejor guardad recuerdos y fotos de Instagram. Eso está muy IN, os lo dice una #nuevapobreconexperiencia.
Richie Rich es cosa del pasado. Ahora se llama Richie NuevoPobre.
2. Postales de gente desnuda. Porque los carteros, esa profesión abocada a la extinción, también tienen derecho a darse una alegría. Y porque no hay nada más inmaduro y más HOBO que mandar una postal de tetas y culos. Me encanta. Amigos viajeros y viajantes, quiero postales de gente en pelotas, por favor (para más información, dirección por privado).
HOBO, muy HOBO.
3. ¡¡¡Libertad de horarios!!!! Cosa que no tengo y es mi objetivo en la vida. ¿Horario de 9 a 7? ¿Pero dónde estás, en el siglo XX? No sé si es hortera o no, pero me apetecía gritarlo a los cuatro vientos.
No sabía que foto poner, pero esta me gusta.
4. Las cosas soeces. Como las Jotas picantes o rimar el cinco con un «por el culo te la hinco». Más que hortera es cutre, o una mezcla, pero no puedo evitarlo (Ojo, las jotas picantes son muy pegadizas y está feo cantarlas en la oficina).
5. El limón helado. Típico de restaurante de la sierra, el de la nevera de Menorquina de 1987. Ya sé que utilizan la misma tapa chupada para todos, y que compartimos babas con los aldeanos de la zona, pero…¡y qué! We love it.
Limón helado de bar.
Y hasta aquí puedo leer #nuevospobres. Ser hortera no está mal. Serlo y querer aparentar no serlo está feo. ¡Arriba el hule!
Sed muy felices y comed cocktail de gambas, con mucha, mucha, mucha, salsa rosa.
(Próximamente, en #losnuevospobres, Comida HOLO y HOBO)
Hola #nuevospobres. He estado (de nuevo) un poco desaparecida. Ya sabéis: mucho trabajo + problemas de procrastinación = ya lo haré mañana.
Tenía preparado algo más interesante, pero no me ha apetecido colgarlo hoy. Así que os voy a contar otra cosa: resulta que Mi Santo y yo, personas fieles por naturaleza (como dos chuchillos recogidos en la calle, que es lo que somos), tenemos una lista de 5 personas cada uno con las que se nos es permitido pasar una noche. Sólo una noche (e incluso una mañana), pero nada de enamorarse y esas cosas que nos da por hacer a los pobres. Como Mi Santo es muy despistado nunca se acuerda de los míos, así que me puedo permitir ir cambiándolos según mis variaciones hormonales. Gracias. Aquí van nuestros 5 comodines.
Mis deseos:
1. Idris Elba. Porque sí. Y porque en caso de Holocausto Zombie ganaría la guerra él solito, con sus manos grandes y su todo grande.
2. Daario Naharis: El antiguo. Porque espero que en nuestra noche infiel me llame Khaleesi y pueda sacar la Mother of Dragons que llevo dentro ¡hombre ya!
3. Khal Drogo: Mujeres del mundo, no tengo que deciros por qué. Hombres del mundo: nos da igual que no se duche. Nos gusta su sudor de macho alfa.
4. Simon Baker: el yerno que toda madre quisiera tener. Y porque cocina y se plancha solo las camisas.
5. Barack Obama: Porque la Lewinsky pasó de moda y necesitamos pronto un escándalo público made in USA o me muero del aburrimiento. God bless America.
Los deseos de Mi Santo:
1. Emily Ratajkowski: Vístase señorita, que va a coger usted frío. Me ha costado horas encontrar una imagen en la que no estuviese desnuda. Y este blog tiene un decoro.
2. Chistina Hendricks: ¿En serio? Querido, no te quiero perder para siempre. Y ese canalillo es un agujero negro, el Triángulo de las Bermudas, la falla de San Andrés, el pozo de Samara… Vivo con miedo a que Christina Hendricks sea en realidad el ojo de Sauron.
3. Katy Perry: Esa mujer made in USA que huele a cereza.
4. Jaime Pressly: Lo puedo aceptar,sólo porque hizo un vídeo con Marilyn Manson. También me ha costado encontrar una imagen suya en la que no estuviese en pelotas. Ojito, Mi Santo, que esta te pega una hostia y te deja en el sitio…
5. Jennyfer Connely: Tú verás querido. Si la aguantas toda la noche, con su Dieta Vegana Macrobiótica Montignac Dukan de Jesús y sus interrupciones para ir al baño a vomitar, entonces y sólo entonces, la Jenny es tuya.
Y esto es todo amigos. No os preocupéis que Mi Santo y yo seremos fieles for ever and ever. Principalmente porque jamás en la vida estos seres se fijarían en unos vulgares mortales como nosotros.Qué le voy a hacer si sólo soy una outgirl.
Sed felices y comed muchas cosas ricas… Ay omá, qué rico.
Ayer, cuando llegué al trabajo, noté que mi compañera estaba algo nerviosa. Llevaba 10 minutos intentando sacar entradas para los Rolling ¿sabéis? tocan en Madrid, ah, ¿qué ya os habías enterado? Qué raro…
No había pensado en ir pero luego decidí que podía ser divertido… Como ver a la Duquesa de Alba corriendo de un lado otro de un escenario, con todos sus colgajos, su lengua fuera y sus pelos cardados. Ya les vale. El caso es que por un inesperado suceso, una nuevapobrada en condiciones que ya os contaré algún día, no tengo dinero en la cuenta. Tras tres inútiles intentos, mi deseo de conseguir una invitación al concierto se vio frustrada por la reiterada negación de mis más allegados.
Intento nº 1: Mi madre. La negación elegante y sutil. Amor de madre.
Intento nº 2: Mi santo. Negación por inclusión. No sin mi nuevopobre.
Intento nº 3: Mi pater. O como llegas a conocer a una hija. La negación de la experiencia.
Así es cómo me quedo sin ir a un concierto al que tampoco me apetecía tanto ir.Y es que you can’t always get what you want. En mi caso casi siempre… aunque mis dotes de convicción hayan quedado por los suelos. Menudo chasco.
Sed felices #nuevospobres. Y comed perdices, con o sin Mick Jagger.
Hay palabras que, misteriosamente, se ponen de moda. Y para referirte a una cosa que tradicionalmente llevas diciendo de una manera, de repente usas ese otro palabro tan de moda. Véase #ciclogénesisexplosiva. ¿Ciclogénesis explosiva? ¿en serio?
Hoy os quería hablar de la PROCRASTINACIÓN, o el arte de dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.
Cosas como:
Tengo ropa tendida desde hace 7 días, no sólo está seca sino que tiene el tendedero pegado. Mejor la recojo mañana.
Mañana voy a renovarme el DNI… ¿O creéis que todavía cuela la foto de 1997?
Sí mamá, aún tengo el árbol de navidad puesto, ya sé que estamos en marzo, pero ahora me da pereza.
El otro día decidí que no debería comprar más ropa, así que pensé que quizás, adelgazando un poco, mi ropa vieja (la de hace 3 meses) me quedaría fetén. Según las modelos, para estar divain sólo hay que beber mucha agua y dormir 8 horas al día (porque tu genética de 1,90 y 45 kg se debe a eso, claro). Y a ello me puse: siguiendo los consejos de mi compañera de trabajo, me planté mis dos botellas de agua encima de la mesa para no tener que que despegar el culo de la silla, e ir a rellenarlas tan a menudo. Esto funciona así: 10 hs. Llego a la oficina; 10,20 hs. Me encuentro una de las botellas medio llena, pero no me voy a beber el agua de ayer, qué asco; 11,30 hs. Me digo a mí misma: escribo este email y voy; 13,45 hs. Ya la lleno cuando vaya a comer; 17,15 hs. Bah, ya para lo que queda de día, bebo en casa; 18,50 hs. Jo, qué sed, qué apetecible una cervecita…
Así que mi infalible plan para librarme de las cartucheras se ve truncado, día tras día, por ese nuevo palabro llamado procrastinación. Lo de dormir 8 horas, os podéis imaginar: venga, un capítulo más de la serie de turno. Ya que cojo el móvil para poner la alarma, me meto dos segundos en facebook (dos segundos que se hacen 40 minutos). Me siento en la cama y simplemente me quedo mirando un calcetín tirado en el suelo durante 4 horas…
(#CONSEJONUEVOSPOBRES)
Queridos #nuevospobres, no dejéis que la pereza os venza. Luchad contra esta nuestra maldición llamada procrastinación. Y también bebed agua (aunque hunda barcos y pudra maderas dicen que es muy buena). Quizás, sólo quizás, con la ayuda de Morfeo y el H2O podremos abandonar nuestro estatus de #outgirls y algún día, ya cuando las arrugas cuelguen y los pajaritos canten y las nubes se levanten, podremos convertirnos en #itgirls.
Sed felices y comed perdices con bajo contenido en carbohidratos.
Lo sé amigos, hace un montón que no escribo, y me he fustigado bastante por ello, pero he tenido un par de semanas intensas labrándome un futuro digno y esperando abandonar pronto esta mi condición de nueva pobre. Ya os contaré en otra ocasión mis problemas procrastinatorios, antes llamados dejadez. He trabajado mucho, sí, pero también me he comprado unos zapatos preciosos y caros. Me he ido de fin de semana a un castillo. He comido en un restaurante estrella Michelín (el otro día me enteré que se pronunciaba Mishelán, estos gabachos cómo son). También han cerrado el Museo del Prado para mí…
No puedo dejar de relataros el fin de semana riojano donde mi Santo y yo fuimos amablemente invitados por un grupo de sabios abogados maduros (de la misma edad que yo, pero maduros). Nos alojamos en un castillo del siglo XIV, no tipo Port Aventura, sino de los de verdad.
Me comporté como una verdadera #horteranuevapobre:
Grité «ah del castillo» al cruzar la puerta ante la mirada atónita de los presentes, a los que aún no conocía.
Saqué todas las fotos posibles. Estos artistas, cómo sois, nos decían algunos. Yo no soy artista, querida, sólo estoy flipando. Las mandé por whatsapp a los colegas. Dar envidia era mi objetivo.
Bebí todo el vino caro que me sirvieron. Hubiese bebido más, pero no me lo sirvieron.
Bailé entre los viñedos del castillo. Vestida.
Posé delante, detrás, a un lado y a otro de las obras de arte. Porque la bodega en cuestión, queridos, tiene una colección de arte contemporáneo ¿cómo te quedas? Muerta Sánchez…
Nos levantamos y el desayuno estaba puesto. Os lo digo para que lo sepáis (no es una información relevante pero era mi deber informar de este hecho puntual sin gracia ni sentido).
Pero cuando llegó el domingo, #nuevospobres, mi Santo y yo volvimos a casa habiendo pasado un estupendo fin de semana… Fue entonces cuando, en el atasco de 3 horas entrando a Madrid, abrí la aplicación del banco que llevo en el iPhone, miré el saldo de mi cuenta y apagué el móvil. Al llegar a casa compré patatas para todo el mes. Porque una puede comer en un restaurante con estrella «Mishelán» y no despeinarse, pero de mi arroz con patatas hervidas, no encontraréis jamás, jamás, jamás, una foto en Instagram.
Sed felices, comed perdices e inmortalizad el momento. Pero el resto del mes, cuando comáis vacas flacas, vosotros, ni mú.
Hace mucho tiempo que vengo dando vueltas a esto de escribir sobre nosotros, #losnuevospobres. Llevo meses hablando del tema y por fin me pongo a escribir… Básicamente porque ahora mismo no tengo nada mejor que hacer. Seguro que mañana se me ocurre algo mejor que hacer con mi tiempo y este blog queda en el olvido de los blogs.
Hace unos meses mi madre me regaló un «Kakebo», la forma en que los modernos llaman a un cuaderno de cuentas que en realidad te podrías hacer tú mismo pero que como lo fabrica Blackie Books y lo vender en tiendas hipsters, mola. Por supuesto lo he usado tres semanas y se me ha olvidado que existe, pero echando un vistazo a mis últimos gastos me he dado cuenta de que en esas tres primeras semanas de enero el 95% de mis gastos va a parar al apartado «ocio y vicio». Y eso, señores, es lo que me define como nueva pobre. Tengo 30 años, un trabajo de esos que la gente te dice «cómo mola» pero que en realidad es una hez porque hay que madrugar, hay que trabajar y gano una mierda. Pero da igual, porque mi vida es ocio y vicio.
Y me he convertido en una hortera. Soy una pobre que va de rica. Paso de adaptarme a los nuevos tiempos. Soy una nueva pobre.