
Fuente: http://www.shijinsong.org
Porque madre no hay más que una, y justo me tocó a mí. Dedico este post a todas las madres, las que lo serán o las que no quieren serlo, porque no les da la gana y punto.
Hoy en #losnuevospobres: Treintona sin hijos.
El otro día, hablando con unos amigos, nos percatamos (a buenas horas) de que a nuestros treintaypico (treintaypocos) jamás podremos convertirnos en madres/padres jóvenes. Si soy sincera, de jueves a domingo no siento para nada la llamada ni la imperiosa necesidad de procrear. De lunes a jueves, quizás, un poco más. Y es que, #nuevospobres, como sigamos así, me imagino caminando con ayuda de un andador al lado de mi hijo, que también caminará con ayuda de un taca-taca; en vez de tener padres van a tener abuelos. Tan curtidita voy a estar que espero que nazcan con la jubilación bajo el brazo.
No puedo evitar pensar que me encanta dormir muchas horas seguidas, ver una peli sin interrupción, improvisar salidas nocturnas, que no me gusta el olor a caca pero sí me gusta gastarme el sueldo en nimiedades… Aunque dicen que se les quiere mazo. A mí, particularmente, me cuesta creer que mi madre me quiera tanto, precisamente porque el pasado domingo llegué una hora tarde a la comida del Día de la Madre, le devolví el coche asqueroso, sin gasolina y apestando a queso que huele a partes nobles. Además aparecí con el móvil roto y sin regalo… (esto último es para introducir el próximo post: #móvilroto).
Mi Santo tiene el gran plan de, si alguna vez decide engendrar un vástago, cuando el heredero cumpla la edad de 3 años será enviado a un internado lo suficientemente lejos como para que la diferencia horaria no permita coger el teléfono en caso de problemas. Los progenitores recibirán al heredero cuando éste llegue a la tercera década de vida y, tras una exigente entrevista, se decidirá por parte del comité familiar si es digno o no de llevar su apellido. No me parece un mal plan. Después de todo, te tragas las cacas y vómitos (no en el sentido literal, entiéndase), pero te ahorras la adolescencia, que hoy en día va de los 10 a los 30.
Sin más, os animo desde aquí a pasarlo bien un rato, ayudando a aumentar la escasa natalidad de este nuestro país ¡¡Procread malditos!!
Sed felices y comed crías de perdices.
Una #outgirl, sin oficio, ni beneficio, ni tan siquiera herederos…
