Queridos #nuevospobres,
¡Feliz año en Marzo! He desaparecido un tiempo, básicamente porque:
1. Soy una vaga.
2. Compré un dominio por 7€. Me pidieron una contraseña. Se me olvidó la contraseña. La escribí mal tantas veces que me bloquearon la cuenta. Así de idiota soy.
Desde que no aparezco por aquí, más o menos desde 1996, me he apuntado al gimnasio, y no sólo lo pago, sino que también voy. Y he decidido gastarme, de vez en cuando, unos pocos euros en hacerme la manicura. También he hecho más cosas, pero ya os contaré con calma otro día, si es que no me vuelvo a olvidar de la contraseña…
Pues bien, el otro día pasé por delante de un lugar algo cutre y leí: Casa de Uñas. Me miré las manos, abandonadas y tristes y decidí entrar a hacerme la manicura. Me sentaron en una mesa larga, y se me sentó en frente una china con mascarilla y mangas de peluche ¿Qué quiele? -Manicura normal, respondí. Me gruñó. Sacó una lima muy usada y se puso a trabajar. Luego sacó el palo plateado para quitar cutículas y un alicate, puede que también usados. En ese momento todo me dio mucho asco, me imaginé intentando convencer a Mi Santo de que me había pillado VIH, Hepatitis y Sífilis (todo a la vez), por ahorrarme unos euros en la manicura, y me di mucha pena a mi misma. Me daría mucha rabia pillarme hepatitis porque ya no podría beber vino, ni cerveza, ni gintonic, ni pacharán. Después de un rato dejando fluir mis pensamientos hacia la hipocondría más extrema, me tocó pagar. En ese momento pensé, puede que me contagien la hepatitis, pero qué baratas son y qué monas me han quedado las uñas…
Y esto es todo lo que tenía que decir.
Sed felices #nuevospobres.