Liga de Campeón y Elecciones Europeas

A veces un fin de semana da para mucho, #nuevospobres, y el pasado ha sido uno de esos. Intenso, muy intenso:

1. He ido al teatro. Recomendación #nuevospobres: Misántropo. Porque una es #nuevapobre y está muy out, pero de vez en cuando hay que ir a ver las cosas buenas, que haberlas haylas. Y gastarse el sueldo en algo no frívolo está pero que muy bien, se queda una con la sensación de haber invertido en neuronas.

2. He ido a un garito secreto: No digo el nombre porque es secreto. Y no diré más cosas para no dar pistas.

3. He ido a un bautizo: En realidad no llegué al bautizo porque soy una cateta de la metrópoli y me pierdo en cuanto salgo más allá de la urbe. Así que llegué directamente a la comida después de haber pasado una hora en el coche cuando debería haber sido media (próximamente en #losnuevospobres: mi odio acérrimo hacia los GPS). Muy bonito todo y muy rico. Me dio mucha pena no haberme llevado el tupper, porque una no sabe cuando volverá a comer caliente. Pero se me olvidó.

4. He visto la final de la Champions: Creo que debería llamarse liga de Campeón y no de Campeones, porque sólo gana un equipo, pero allá ellos… Como no tengo personalidad decidí que animaría al equipo ganador. Una no debe sufrir por el fútbol, ni por #casinada. Si os soy sincera, yo en realidad debería ser del Real Madrid: mi padre me llevaba al Bernabéu cuando era muy pequeña, y como él estaba atento a otra cosa, jamás se dio cuenta de que su hija era tan vaga que se comía bolsas y bolsas de pipas sin pelarlas; de que conocía a todos los señores calvos, gordos y fumadores de puros de la zona; de que alguno de ellos compartía su bocadillo conmigo; de que como me daba miedo ir al baño sola una vez hice pis en el suelo y nadie se dio cuenta porque el partido debía ser la mar de interesante; de que cuando se acababan las pipas llenaba esa misma bolsa de colillas por mera diversión y por afán coleccionista… Y aunque aprendí lo que era un fuera de juego antes que a leer, me da igual el fútbol. Lo importante no es ganar, lo importante es celebrar. Y eso hice el sábado pasado: celebrar.

5. Fui tomar el Coyudo (mitad comida, mitad desayuno. En inglés se dice Brunch, pero me suena como a eructo: brruuuch): Madrileños y visitantes, no debería gritarlo a los cuatro vientos porque bastante lleno está siempre, pero si queréis un buen Coyudo id a Carmencita.

6. He votado: y como por los siglos de los siglos seguiré empadronada en casa de mis padres, allí que me fui. Me hubiese gustado cerrar los ojos y coger cualquier papeleta al azar, pero Mi Santo me miraba desde lejos y aún no ha decidido dejarme, así que no quería parecer tan idiota a sus ojos. La verdad es que me daba igual quién ganase la Liga de Campeón, pero hubiese preferido que NO sacasen tantos votos ciertos partidos. No entiendo cómo, por ejemplo, Marie Le Pen ha podido sacar un 25% de votos, creo que es porque tiene nombre de actriz porno y a los franceses les encantan las pelis cochinas. Sí, debe ser por eso…

7. He visto el Lobo de Wall Street: Me pareció ver a Marie Le Pen entre tanta tía en pelotas.

Marie Le Pen obtiene el 25% de votos.
Marie Le Pen obtiene el 25% de votos.

Y esto es todo #nuesvospobres. No sé por qué os he relatado mi fin de semana. En realidad quería contaros otra cosa pero me he liado. Cómo veis, mucho evento, mucho evento, pero servidora no logra salir de la condición de #Outgirl.

Sed felices, y celebrad, lo que sea, pero ¡¡celebrad!!