He madurado…

2 de noviembre de 2015. Esa es la fecha de mi último post. ¿Abandono? Puede ¿Procrastinación? También ¿Que soy una vaga? Eso seguro…

Hace año y medio que no me metía por aquí, muy heavymetal. En mi cabeza me meto todos los días, escribo un post; se me ocurren cosas y las apunto en un cuaderno. Y me creo que lo he hecho, pero no, no he escrito ni una línea. Me pasa también con la limpieza y el orden de mi casa. Cada vez que me voy a poner una camisa me creo que he planchado, pero no, yo no hago esas cosas…

En este año y medio me han pasado muchísimas cosas, ya os contaré. Lo más importante de todo es que he madurado: el otro día que Mi Santo había salido, yo me quedé sola en casa viendo una peli. Me entraron ganas de ir al baño, paré la peli, crucé el pasillo, llegué al baño, me senté en el trono, me levanté (no, no me lavé las manos, sorry), volví a cruzar el pasillo, puse la peli, me tapé con la manta, y todo esto a oscuras. Sí, a oscuras. Sin tocar el interruptor. No me entraron ganas de decir Bloody Mary, ni siquiera Verónica, tres veces delante del espejo. Ni salieron serpientes del retrete, ni se me apareció Samara por el pasillo. No pasó nada, y no me dio miedo. Queridos nuevos pobres, he madurado.

En mi update bianual he de contar también que sigo igual de nuevapobre pero que cada vez gasto más. Esa es otra historia que os contaré muy pronto.

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Nada más por hoy que bastante me he esforzado.

Sed felices y maduros.

Una #nuevapobre

Yo, Cenicienta

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Hola #nuevospobres,

Llevaba meses y meses sin pasar por aquí, pero ya estoy de vuelta.

El otro día, en uno de esos minutos del día en los que una se siente una explotada laboral, se me ocurrió la absurda y a la vez genial idea de ponerle mi cara a cenicienta, imprimir la foto y colgarla en la pared de mi oficina.

Así que inicio la búsqueda en Google y escribo «cenicienta pobre limpiando», empiezo a hacer skroll y de repente, cuál será mi sorpresa cuando me encuentro una foto mía. UNA FOTO MÍA. Así es como me ve la red, cómo me ve Mark Zuckleberg, cómo me ve el mundo. Supongo que así también me verá mi jefa.

Sé que llevaba mucho sin escribir, pero un acontecimiento así tenía que ser publicado, contado, cantado, gritado a los cuatro vientos a vosotros cuatrogratos que me leéis.

Muchas cosas han pasado desde la última vez que publiqué. Por ejemplo: holaquétalmehecasado. Esto merece un capítulo aparte, o varios, por eso puedo prometer y prometeo contaros cómo, cuándo y por qué los #nuevospobres decidieron dar el sí quiero y gastarse sus ahorros pasados y futuros en un fiestón.

Sed felices, #nuesvospobres.

Para estar bella hay que sufrir

Me contagiaron hepatitis, pero tengo unas uñas preciosas

Queridos #nuevospobres,

¡Feliz año en Marzo! He desaparecido un tiempo, básicamente porque:

1. Soy una vaga.

2. Compré un dominio por 7€. Me pidieron una contraseña. Se me olvidó la contraseña. La escribí mal tantas veces que me bloquearon la cuenta. Así de idiota soy.

Desde que no aparezco por aquí, más o menos desde 1996, me he apuntado al gimnasio, y no sólo lo pago, sino que también voy. Y he decidido gastarme, de vez en cuando, unos pocos euros en hacerme la manicura. También he hecho más cosas, pero ya os contaré con calma otro día, si es que no me vuelvo a olvidar de la contraseña…

Pues bien, el otro día pasé por delante de un lugar algo cutre y leí: Casa de Uñas. Me miré las manos, abandonadas y tristes y decidí entrar a hacerme la manicura. Me sentaron en una mesa larga, y se me sentó en frente una china con mascarilla y mangas de peluche ¿Qué quiele? -Manicura normal, respondí. Me gruñó. Sacó una lima muy usada y se puso a trabajar. Luego sacó el palo plateado para quitar cutículas y un alicate, puede que también usados. En ese momento todo me dio mucho asco, me imaginé intentando convencer a Mi Santo de que me había pillado VIH, Hepatitis y Sífilis (todo a la vez), por ahorrarme unos euros en la manicura, y me di mucha pena a mi misma. Me daría mucha rabia pillarme hepatitis porque ya no podría beber vino, ni cerveza, ni gintonic, ni pacharán. Después de un rato dejando fluir mis pensamientos hacia la hipocondría más extrema, me tocó pagar. En ese momento pensé, puede que me contagien la hepatitis, pero qué baratas son y qué monas me han quedado las uñas…

Y esto es todo lo que tenía que decir.

Sed felices #nuevospobres.

Tenía que pagar. Pero lo prefiero gratis.

Queridos #nuevospobres. Hoy escribo para contaros que, como es evidente, he tenido que cambiar el interfaz del blog ¿Por qué? Porque si quería mantener el anterior me obligaban a pagar. Y la verdad es que no entiendo por qué. Cuando recibí el email de WordPress, dándome la triste noticia, entendí mal, y pensaba que me querían pagar ellos a mí por tener una cosa tan fea. Me hizo mucha ilusión, pero cuando lo volví a a leer, me di cuenta de que no, de que en esta vida no se consigue dinero de una manera tan fácil.

Y es que es muy difícil ganar dinero. Hace mucho que no escribo porque no tengo tiempo. Y trabajo mucho. Y gano muy poco. Y yo lo único que quiero son unos zapatos nuevos. O un viaje a Perú. Yo qué sé. Soy de la Generación Millenium, lo quiero todo.

El otro día, una amiga tenía la intención de celebrar una fiesta de disfraces, en la que el tema era: ¿Qué te gustaría ser en tu próxima vida? Tuve mis dudas entre ser un ninja o Jacques Custeau. Pero pensándolo mucho, decidí que me customizaría un traje de «chica de alfombra roja», de esas que posan de espaldas con el cuello descoyuntado. Y me pondría unos bocadillos saliendo de mi boca, diciendo: el secreto de mi belleza es beber mucha agua (yo aquí sigo procrastinando mi hidratación día tras día) y dormir 8 horas (hola ojeras, qué tal estáis).

Pero sin embargo, no tengo tiempo para ser chica de alfombra roja, así que todas las mañanas, cuando salgo de la ducha y me veo los pies, me digo: a ver si esta noche te quitas el esmalte de uñas que llevas desde el 10 de agosto. Cerda.

Sed felices #nuevosobres. Recordad que con dinero y sin dinero, casi siempre hago lo que quiero, excepto tener una plantilla de WordPress decente. Eso no se puede…

P.D: He escogido la primera plantilla gratis que he visto. Cuando el Sr. WordPress quiera que pague por ella, la volveré a cambiar. Gracias Sr. WordPress.

De mayor quiero ser hippie.

Queridos #nuevospobres, lo he vuelto a hacer, he estado dos meses sin escribir. Y es que entre las semanas de vacaciones y el infierno laboral y social al que servidora se somete en septiembre, mi ordenador ha alcanzado una capa de polvo similar a la de Lucía Lapiedra.

Pues sí, he estado de vacaciones. Y como ya sabéis, no me sé comportar como la nuevapobre que soy, así me he gastado los ahorros anuales en comer, beber, dormir y viajar deluxe. Porque yo lo valgo.

El caso es que estando por las Américas, me he cruzado con muchos turistas pertenecientes a ese grupo humano denominado Hippie o Jipi. Ellos se hacen llamar viajeros del mundo, pero son turistas comunes como tú y como yo. Después de cruzarme con muchos de ellos me pregunté ¿y por qué yo no soy una jipi? Para el próximo viaje me esforzaré en introducirme en el mundo Kármico Trascendental Rastafari Mochilero:

  • Viajaré con una mochila descosida de 4 kilos. Samsonite explota a niños vietnamitas en su fabricación.
  • Usaré pantalones cagaos.
  • Me haré rastas.
  • Con todo el dolor de mi corazón tendré que dejar a Mi Santo para fugarme con un argentino que me estudie los chacras.
  • Me enamoraré de un pueblo indígena y lo dejaré todo para ser camarera en una cantina del lugar (será entonces cuando conozca a mi argentino que estudia los chacras), y también haré pulseritas de fimo. A mis allegados les diré que trabajo en una ONG, pero en realidad sólo sirvo cafés sostenibles.
  • Te criticaré por gastar dinero.
  • Y cuando ya me crea que en realidad he nacido hippie, porque no completé la misión encomendada por el karma en mi anterior vida, entonces y sólo entonces, con el dinero de mi padre montaré un Eco Chic Boutique Spa Hotel Holístico Vegano.

En efecto, me he cruzado con muchos de estos en mis vacaciones. Es todo lo que os quería contar por hoy. En el próximo episodio, los nuevos pobres aumentan la familia y adquieren un cánido.

Sed felices y viajad. Como pobres, como ricos, como hippies… pero viajad!

Mi padre me ha regalado una flagoneta jipi para viajar a lo jipi. Adiós.
Mi padre me ha regalado una flagoneta jipi para viajar a lo jipi. Adiós.

EL REGRESO

¡HOLA! He vuelto. Y he vuelto más #nuevapobre que nunca. La mayoría del tiempo he estado trabajando. Pero como eso no os interesa, os voy a contar otras cosas:

1. Queridos #nuevospobres: Me he apuntado al gimnasio. Y aún no soy mejor persona. Hace justo un mes que pagué la matricula y no he perdido ningún kilo, en cambio sí he perdido dinero. Es un templo de metrosexuales que sudan y van mejor depilados que yo… Todos los días pretendo ir, pero todos los días surgen planes mucho más divertidos. Seguiré fofa, pero seré feliz y unos euros más pobre.

2. Pues sí, fui al concierto de los Rolling. Y es que I always get what I want. Gracias a una compi de curro que se apiadó de mi alma incorrupta y esa misma tarde me envió un whatsapp de salvación. Agradecida, emocionada.

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3. He estado un finde en el campo: comiendo sin parar, tirando con arco, vagueando, bebiendo birras, engordando. He de decir que como ni he pisado el gimnasio aún, mis intentos de ser Robin Hood se vieron frustrados por el tembleque de mi bíceps cuando mi cerebro le pedía un poco de esfuerzo extra para tensar la cuerda del maldito arco. Así que opté por subirme a un árbol y observar a mis amigos lanzar flechas. Esto que os cuento puede parecer muy idílico, pero mi glúteo derecho sufrió arañazos varios y hormigas me picaron sin que yo pudiese hacer nada, bloqueada por el miedo a caerme. Moraleja: ya no tengo 9 años.

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4. He recibido noticias fantásticas de mis amigas: una nos deleitará con el incremento de la natalidad mientras yo sigo siendo una treintona sin hijos. Otra ha conseguido un trabajo que me proveerá de gintonics durante los próximos meses (gracias entrevistadores por seleccionar a mi amiga para el puesto. Ella es lo más y a mi me gusta el gintonic). Recibiré la visita de unas personas de París que llenarán mis días de jolgorio con asento fgansés. Vive la Fganse. 

5. Ha sido un Mundial muy nuevopobre. Me hizo gracia que España quedase eliminada al principio, y es que ya sabéis que nosotros somos muy de extremos. O no ponemos bandera, o ponemos una del tamaño de Manhattan en el «Parque del Descubrimiento» (lo sé, es raro). Y ahora, en vísperas de la final, tenemos enfrentados a dos equipos amados/odiados a partes iguales: si ganan los alemanes me libraré de su exterminio porque soy medio rubia. Si ganan los argentinos, se llenará el mundo de psicoanalistas. Mi sangre argentina y mi lugar de nacimiento español significan que soy #nuevapobre y que me lo he ganado a pulso. Si tuviese sangre sueca y hubiese nacido en Alemania, además de estar muy buena, sería #ricadesiempre.

Sin más dilación, me despido. Este pretendía ser un post de: HOLA, HE VUELTO.

¿Y si fuera Reina?

Siempre recordaré el día en que el Rey abdicó, como aquél en el que misteriosamente me encontré un chicle pegado en la parte interior de mi calcetín derecho. Extraño hecho. Y es que no sólo soy nueva pobre, sino un poco torpe. Y quizás sea cosa de la porquería que fluye por las aceras de Madrid, o quizás otro mensaje paranormal de parte de ese antepasado que desea verme con un futuro mejor; estoy intentando descifrar qué puede significar…

El caso es que llegué a casa, me quité los zapatos, los calcetines, casi poto del asco y pensé: qué mala reina sería yo…

Cosas por las que no podría ser reina de España:

1. Sólo por el hecho de casarme en la denominada «Catedral de Madrid», otrora denominada Iglesia de la Almudena, otrora denominada «la mayor aberración de arquitectura de interiores jamás construida por la mano del hombre»… bajo el sermón del antiguo artista Paco Clavel, ahora llamado Rouco y convertido en cabeza de la Iglesia española, me hubiese dado tal urticaria que me hubiesen tenido que sacar de allí en camilla.

Con chandal y tacones, elegante a la par que informal...
Con chandal y tacones, elegante a la par que informal…

2. Tener que madrugar para estar tiesa en un desfile militar. Peluquería, maquillaje, modelito cosido con la tela de las cortinas, tiara de museo geominero, banda de tela, zapatos para estar a la altura de la torre del marido-rey… Seguro que andaría como un pato mareado y me parecería más a una de las hermanas de Cenicienta que a una reina de verdad.

La sencillez como modo de vida royal.
La sencillez como modo de vida royal.

3. El besamanos. O pasamanos. O como se diga. Tienes que saludar a cientos de personas al día. Cientos de personas que no sabes si se han lavado las manos después de hacer pis. Me imagino con el bote de gel antibacteriano bajo el sobaco y frotándome las manos entre entre saludo y saludo.

¿Os habéis lavado las manos, cochinillos?
¿Os habéis lavado las manos, cochinillos?

4. Salir en el Hola. Me da mucho miedo salir en el Hola. No sé quién es el encargado o encargada de filtrar con Photoshop las caras de las famosas. Pero no he visto nada igual en mi vida. Horror.

Yo ni soy royal, ni tengo photoshop.
Yo ni soy royal, ni tengo photoshop.

5. Las reinas no hacen caca. Ellas ya tienen su trono de verdad. Y yo no podría estar tanto tiempo sin ir al baño. La reina madre Sofía debe de estar muy contenta de que por fin podrá deshacerse del producto de 40 años de cóctel real.

Yo no hago esas cosas. Jodete.
Yo no hago esas cosas. Jó-de-piiiiiii.

Y estos son los 5 puntos del por qué yo no podría ser reina. Sí me gustaría poder decir: mi Reino por una Mahou. Eso sí molaría

Ahora sólo me queda esperar al discurso de Navidad para ver cómo maneja Felipe el movimiento de cabeza en el cambio de cámara. También he pedido audiencia con él para que me firme mi título de Licenciada en Historia, seguramente valga la misma mierda con su firma que con la de su padre, pero a lo mejor me consigue sacar de esta mi condición de nueva pobre.

¡Viva la nueva pobre! ¡Viva!

Esto no es un adiós, es un hasta lue... Vale, es un adiós.
Esto no es un adiós, es un hasta lue… Vale, es un adiós.

 

 

Liga de Campeón y Elecciones Europeas

A veces un fin de semana da para mucho, #nuevospobres, y el pasado ha sido uno de esos. Intenso, muy intenso:

1. He ido al teatro. Recomendación #nuevospobres: Misántropo. Porque una es #nuevapobre y está muy out, pero de vez en cuando hay que ir a ver las cosas buenas, que haberlas haylas. Y gastarse el sueldo en algo no frívolo está pero que muy bien, se queda una con la sensación de haber invertido en neuronas.

2. He ido a un garito secreto: No digo el nombre porque es secreto. Y no diré más cosas para no dar pistas.

3. He ido a un bautizo: En realidad no llegué al bautizo porque soy una cateta de la metrópoli y me pierdo en cuanto salgo más allá de la urbe. Así que llegué directamente a la comida después de haber pasado una hora en el coche cuando debería haber sido media (próximamente en #losnuevospobres: mi odio acérrimo hacia los GPS). Muy bonito todo y muy rico. Me dio mucha pena no haberme llevado el tupper, porque una no sabe cuando volverá a comer caliente. Pero se me olvidó.

4. He visto la final de la Champions: Creo que debería llamarse liga de Campeón y no de Campeones, porque sólo gana un equipo, pero allá ellos… Como no tengo personalidad decidí que animaría al equipo ganador. Una no debe sufrir por el fútbol, ni por #casinada. Si os soy sincera, yo en realidad debería ser del Real Madrid: mi padre me llevaba al Bernabéu cuando era muy pequeña, y como él estaba atento a otra cosa, jamás se dio cuenta de que su hija era tan vaga que se comía bolsas y bolsas de pipas sin pelarlas; de que conocía a todos los señores calvos, gordos y fumadores de puros de la zona; de que alguno de ellos compartía su bocadillo conmigo; de que como me daba miedo ir al baño sola una vez hice pis en el suelo y nadie se dio cuenta porque el partido debía ser la mar de interesante; de que cuando se acababan las pipas llenaba esa misma bolsa de colillas por mera diversión y por afán coleccionista… Y aunque aprendí lo que era un fuera de juego antes que a leer, me da igual el fútbol. Lo importante no es ganar, lo importante es celebrar. Y eso hice el sábado pasado: celebrar.

5. Fui tomar el Coyudo (mitad comida, mitad desayuno. En inglés se dice Brunch, pero me suena como a eructo: brruuuch): Madrileños y visitantes, no debería gritarlo a los cuatro vientos porque bastante lleno está siempre, pero si queréis un buen Coyudo id a Carmencita.

6. He votado: y como por los siglos de los siglos seguiré empadronada en casa de mis padres, allí que me fui. Me hubiese gustado cerrar los ojos y coger cualquier papeleta al azar, pero Mi Santo me miraba desde lejos y aún no ha decidido dejarme, así que no quería parecer tan idiota a sus ojos. La verdad es que me daba igual quién ganase la Liga de Campeón, pero hubiese preferido que NO sacasen tantos votos ciertos partidos. No entiendo cómo, por ejemplo, Marie Le Pen ha podido sacar un 25% de votos, creo que es porque tiene nombre de actriz porno y a los franceses les encantan las pelis cochinas. Sí, debe ser por eso…

7. He visto el Lobo de Wall Street: Me pareció ver a Marie Le Pen entre tanta tía en pelotas.

Marie Le Pen obtiene el 25% de votos.
Marie Le Pen obtiene el 25% de votos.

Y esto es todo #nuesvospobres. No sé por qué os he relatado mi fin de semana. En realidad quería contaros otra cosa pero me he liado. Cómo veis, mucho evento, mucho evento, pero servidora no logra salir de la condición de #Outgirl.

Sed felices, y celebrad, lo que sea, pero ¡¡celebrad!!

Paranormal Activity

Creo que nunca os he contado, queridos #nuevospobres, que mi Santo me hace dormir, noche tras noche, con Iker Jiménez (no físicamente, entiéndase). Lo llevo bien, tiene una voz tan monótona y, tan poco me interesa lo que  está contando, que me quedo dormida al instante. Insomnes, os lo recomiendo. Otra historia es cuando la que habla es su querida esposa, Carmen Porter, embutida en esa chaqueta de poliuretano de Bershka.

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El caso es que no creo en fenómenos paranormales, pero no hace mucho me pasó una cosa que no puedo evitar contaros, porque sólo a una #nuevapobre le pueden pasar esta clase de misterios inexplicables: estando yo en casa de Mi Santo, cuando aún no era MI CASA, me metí discretamente en la ducha (no daré detalles por purita decencia) y cuando estaba plácidamente debajo del chorro de agua a 75 grados Celsius, algo cayó en mi hombro. Asustada, y pensando que de un bicho se trataba, con un rápido y probablemente ridículo movimiento, me lo quité del hombro. Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que no se trataba de un bicho, sino de una moneda.

Es ese momento sentí más sorpresa que pánico. Y me sentí más #nuevapobre que nunca. Que un fantasma, espíritu, espectro (o lo que sea) te tire una moneda desde el otro mundo, es el colmo de la lástima. No sé qué antepasado mío se habrá sentido con ánimos de hacer un viaje tan largo para darme esperanzas de que, al menos, en el Más Allá, hay alguien que piensa que me merezco algo mejor.

Sed felices #nuevospobres y recordad que con esfuerzo, trabajo, perseverancia y espiritismo podremos salir de esta nuestra condición de #nuevospobres.

 

 

 

 

 

Me dicen que mi blog es feo.

Hola #nuevospobres. Mis allegados me dicen que mi blog es feo. Y a mí, en realidad, me importa poco. Pero como tengo una personalidad regulera, ahora sólo veo los defectos, y me siento insegura.

Cuando me propuse escribir sobre nosotros, #losnuevospobres, me imaginaba un blog precioso con imágenes en movimiento, iconos que redirigiesen a redes sociales, etc. Me abrí la cuenta en WordPress y me puse a elegir plantilla. Pero ¿esto qué es? ¿que hay que pagar? Así que reduje mi ámbito de acción a las plantillas gratis. Una vez elegida la plantilla, muy mosna ella, me di cuenta de que para que quedase decente había que ponerse a trabajar en lenguaje HTML ¿En serio? Estamos en el siglo XXI, no existe el esperanto pero sí existe el HTML. Lo siento, pero no me parece normal. Así que me decidí por esa mierda de plantilla que tengo y por esa letra tan cutre y ese color rojo tan feo. Pero yo qué sé, sólo quería escribir. Y lo importante es el contenido, no el continente.

Hablando de contenidos y continentes: ayer estuve en el Museo Arqueológico, ahora llamado MAN (nada más entrar Mi Santo me preguntó ¿qué habrá sido de la revista MAN? sacaban a tías muy buenorras). El caso es que ayer, día de los museos (uséase museos GRATIS), levantamos nuestros culos del sofá y allí que nos fuimos. Como historiadora que soy disfruto mucho en el MAN (el museo, no la revista). Aunque esté lleno de niños es bastante agradable. Pero, de repente, me planteo muchas cosas ¿sabéis?:

La Dama de Elche: en la cartela dice, entre otras cosas «Piedra caliza, Alcudia de Elche (Elche, Alicante), siglos V-IV a.C… retrato de una dama de la aristocracia ibera, cuyos descendientes la habrían divinizado» ¿Estáis seguros? Y si en realidad es algo así como: «oye Loli, pues sí que os ha quedado bien el retrato de la abuela en el salón, está igualita igualita que cuando hizo de fallera mayor, cómo la echamos de menos…».

La abuela Dolores cuando fue Fallera Mayor
La abuela Dolores cuando fue Fallera Mayor

O esto: «Huevo de avestruz pintado, colonización púnica, siglos V-III a.C, su aparición, de carácter sagrado, hay que relacionarla con un pensamiento de fertilidad, de principio vital y de resurrección, como símbolo en el cual se encuentra encerrado el hálito vital, con el que se pueden volver los muertos a la vida…» ¿Seguro? Porque a mí me pega más que sea algo así como: «mamá, mamá, mira tu regalo del día de la madre, te he pintado un huevo ¿te gusta? Ay qué bonico hijo mío, irá parar al armario de tus regalos del día de la madre». Y por eso los arqueólogos encontraron una colección de huevos púnicos dos milenios después.

¡Feliz día de la Madre, mamá!
¡Feliz día de la Madre, mamá!

Y esto es todo por hoy. La conclusión es: tengo un blog feo, pero si dentro de dos mil años arqueólogos digitales lo encuentran en la arqueo-red, verán en él cómo destaca su uso como enclave terapéutico, o núcleo geopolítico dependiente de diversas comunidades ibéricas, al encontrarse en un importante paraje digital y a la vez punto importante en las vías de comunicación post-contemporáneas; quizás puedan ver que es feo porque pertenece a la proto-historia de las redes sociales. Será difícil de fechar, entre 1998 y 2008 (así de cutre es).

Algún día lo pondré bonico para que dejéis de decirme que es feo y para que dentro de dos mil años lo podáis ver en el MAN (o en la revista MAN).

Sed felices #nuevospobres.