TREINTAÑERA

Hola #nuevospobres, sí, ya estoy de vuelta de vacaciones. Ay, vacaciones. No hay nada más de nuevopobre que las vacaciones…

Anuncio sugerido en mi muro de Facebook. Dieta para Treintonas ¿qué demonios es una treintona?
Anuncio sugerido en mi muro de Facebook. Dieta para Treintonas ¿qué demonios es una treintona?

Pero no es de eso de lo que os quiero hablar. Llevo unas semanas pensando en qué clase de treintañera soy. Treintañera, la edad  límite entre los que cruzan el puente hacia la responsabilidad y los que pasan de hacerlo. Cuando tus amigos deciden que mejor maduran y tú te aferras a las veintena luchando contra el maligno y gritando: ¡¡nooooo, no me lleves hacia la madurez, no quiero ir hacia la luz!! Y vas a casa de tus colegas, que tienen hijos y Thermomix. Cuando estás allí sentada con un bebé en brazos, recibes un whatsapp de una amiga en tu misma condición que te dice: «anoche me lié con dos, jaja». Y tú contestas: «qué crack, jaja». Y miras a tu alrededor y te preguntas: ¿qué clase de treintañera soy?

El otro día fui a comprarme una crema hidratante. La dependienta, muy maja, me enseñó una: calidad/precio aceptable. Me la llevo. De repente, me mira fijamente y me pregunta: ¿pero cuántos años tienes? Titubeé. Respondí. Se encendió una alarma, wuaaa wuaaa wuaaa: mejor llévate esta, me dice. Es antiarrugas, fresca y ligera, es muy cómoda para el día a día, y con SPF 20… Llévate también la de noche, a tu edad es muy importante prevenir. Las treintañeras estáis llenas de estrés y hay que protegerse de los radicales libres ¿Los qué? Y también te voy a dar un contorno de ojos, tendrás que combatir esas patas de gallo. Es que me río mucho, señora ¿Quieres llevarte también el serum? ¿El serum, señora, se dice en latín?

Así que no supe decir que no, y me fui con una bolsa llena de cremas que no sabía que necesitaba y con muchos euros menos en una cuenta bancaria que hace eco…

Y es que #nuevospobres, a esta edad, una no sabe si ponerse la crema antigranos o la crema antiarrugas o las dos a la vez y que gane la mejor.

A veces me olvido de ponérmelas y sé que me llenaré de arrugas y manchas en la piel. Por eso jamás, jamás, jamás… dejaré de ser una OutGirl.

Sed felices y haced dieta detox, que yo…¡paso!

 

CRÓNICA DE UN INTENTO FALLIDO ANUNCIADO

Ayer, cuando llegué al trabajo, noté que mi compañera estaba algo nerviosa. Llevaba 10 minutos intentando sacar entradas para los Rolling ¿sabéis? tocan en Madrid, ah, ¿qué ya os habías enterado? Qué raro…

No había pensado en ir pero luego decidí que podía ser divertido… Como ver a la Duquesa de Alba corriendo de un lado otro de un escenario, con todos sus colgajos, su lengua fuera y sus pelos cardados. Ya les vale. El caso es que por un inesperado suceso, una nuevapobrada en condiciones que ya os contaré algún día, no tengo dinero en la cuenta. Tras tres inútiles intentos, mi deseo de conseguir una invitación al concierto se vio frustrada por la reiterada negación de mis más allegados.

Intento nº 1: Mi madre. La negación elegante y sutil. Amor de madre.

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Intento nº 2: Mi santo. Negación por inclusión. No sin mi nuevopobre.

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Intento nº 3: Mi pater. O como llegas a conocer a una hija. La negación de la experiencia.

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Así es cómo me quedo sin ir a un concierto al que tampoco me apetecía tanto ir.Y es que you can’t always get what you want. En mi caso casi siempre… aunque mis dotes de convicción hayan quedado por los suelos. Menudo chasco.

Sed felices #nuevospobres. Y comed perdices, con o sin Mick Jagger.

Una outgirl.

 

 

 

 

 

GET THE LOOK NUEVA POBRE, GET THE LOOK AMIGOS EXPATRIADOS

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Outfit: Sombrero mexicano, de google images. Kimono y manos de señora japonesa de Pinterest. Pisco chileno de un blog de cocina. Vino francés, también google. Carteles, DIY. Billetes, Ryanair.

Porque todos tenemos un amigo expatriado. O más de uno. O todos. Porque dentro de poco tendrán que hacer el programa Españoles en España… Dedico el post de hoy a todos mis amigos que han dicho «aquí te quedas guapita, tú verás lo que haces con tu vida, yo… me las piro».

En serio, #nuevospobres, vivo en un ¡ay! pensando que cada vez que respiro se muere un chino y un amigo se tiene que ir a buscar fortuna a las Américas, las Asias, las Europas o las Áfricas.

Y es que de un tiempo a esta parte lo único que hago es planear viajes para hacer una visita a mis amigos y de paso, ya que voy, me recorro el país y me gasto mis míseros ahorros. Porque ya no sé si voy o vengo, si lo que hay que beber es Pisco, Mezcal, Cabernet, Limoncello, Sake o Whiskey (a saber lo que beben en Angola, que yo me lo bebo también). Porque lo que me encantaría saber es qué hago yo aquí, o qué hacen ellos allí, por qué en skype tengo cara huevo y por qué coño las postales no llegan a tiempo. Porque con este cambio al horario de verano ya no sé si son 5 horas con Chile ó 7 con México, ó 19 con Tokio, o qué hora es en mi propia ciudad. Porque doy las gracias a mi colega Mark por haber inventado Facebook y poder seguir la pista diaria a todos los que se subieron en una patera de Ryanair. Porque una vive deseando que llegue el famoso 22 de Diciembre, Fiesta Nacional de la Reunión de Amigos Expatriados (FNRAE). Porque les echo de menos, carajo, aunque a veces pienso que desde que no están mi nivel de nocturnidad ha descendido un poquitito y me siento agradecida al planeta Tierra por ser tan grande.

Bienvenidos al Club de la Diáspora Intercontinental. Para entrar en él es requisito indispensable lucir un look nuevos pobres, un look amigos expatriados.

Sed felices y comed perdices, con ají, con salchichas alemanas, con mole, con wasabi, con pesto, con roquefort o con lo que os de la gana.

Una outgirl.

HISTORIADORES. SUS DESCENDIENTES. SUS OREJAS.

Si estudiado historia has y agujeros en las orejas no tienes, nueva pobre serás. (via lockedvolt)
Si estudiado historia has y agujeros en las orejas no tienes, nueva pobre serás. (via lockedvolt)

¿Sabéis #nuevospobres? soy historiadora. No sé muy bien en qué consiste esta profesión, creo que es algo así como saber cosas del pasado para analizar el presente, o algo parecido me dijeron durante la carrera. No es una carrera tan fácil, pero no es difícil. Simplemente vas, lees mazo de libros raros tipo «El poblamiento de Cuenca y su crecimiento en épocas de trashumancia, s. XIII-XIV» , lecturas que en un momento de tu vida te llegan a interesar; estudias, escribes cosas con palabras tipo «paradigma», juegas al mus, te bebes una ginebrita digestiva antes de meterte en clase. Y luego te gradúas. Finalmente decides buscarte un trabajo que te divierta como colaborar en Saturday Night Live (ya hablaré sobre mis intentos frustrados) y terminas currando en algo que ni te gusta ni te disgusta, típico trabajo pichípichá. Me diréis: te lo mereces ¿estudiar historia? ¿en serio? Lo sé, tenéis razón. Debería haberme metido en Gran Hermano.

Así que aquí va mi #CONSEJONUEVOSPOBRES para hoy:

Cuándo tengáis hijos, sed muy tiranos, obligadles a estudiar (o a no estudiar) algo que les proporcione un futuro, tipo económicas o participar en «mujeres, hombres y viceversa». Ponedles podcast o casettes con vuestra voz repitiendo en bucle frases del estilo «voy a ser notario, voy a ser notario, voy a ser notario…». Mandadles a la VozKids, aunque canten mal. Ah, y a un colegio de esos en los que se pueden hacer amigos con barco.

Y hablando de errores y aciertos maternos, aprovecho este post para reprocharle a mi santa madre que no me hiciese los agujeros en las orejas nada más nacer. Con 18 años decidí que ya era hora de convertirme en mujer y me acerqué a una farmacia, con decisión y valentía. Cuando estaba sentada en la rebotica, un joven de bata blanca, con una pistola en la mano me susurra al oído: es mi primera vez. En ese momento supe que la tragedia se mascaba. El joven acercó la pistola a mi lóbulo derecho. Un ruido aterrador resonó en mi tímpano. «Oh, oh» escuché. La pistola se había quedado atrancada en mi oreja. Noté la sangre caer. Pero como soy muy educada sonreí y dije, no pasa nada, mientras por mis ojos pasaba mi vida entera, desde que salí del útero de mi santa madre hasta ese trágico momento. Tras media hora de intentos fallidos consiguieron sacarme la pistola del lóbulo de mi oreja derecha, con un horrible pendiente anti alérgico de recién nacida hortera. «¿Te hago la otra oreja?», susurró el joven torpe de bata blanca. No gracias.
Así que allí me fui con un pendiente anti alérgico y la oreja derecha morada, con la barra de dignidad al 5%, cagándome en el momento en que mi santa madre decidió no hacerme los agujeros nada más nacer.

Así que eso soy, una historiadora que no ejerce, nueva pobre y con un agujero maltrecho en la oreja derecha.

Sed felices, comed perdices con una FP y sin orejas. Seguro, segurísimo, que sabrán mucho mejor

Una outgirl.

PROCRASTINACIÓN

Mesa de mi casa. 28 de marzo de 2014. Fin

Hay palabras que, misteriosamente, se ponen de moda. Y para referirte a una cosa que tradicionalmente llevas diciendo de una manera, de repente usas ese otro palabro tan de moda. Véase #ciclogénesisexplosiva. ¿Ciclogénesis explosiva? ¿en serio?

Hoy os quería hablar de la PROCRASTINACIÓN, o el arte de dejar para mañana lo que puedas hacer hoy.

Cosas como:

  1. Tengo ropa tendida desde hace 7 días, no sólo está seca sino que tiene el tendedero pegado. Mejor la recojo mañana.
  2. Mañana voy a renovarme el DNI… ¿O creéis que todavía cuela la foto de 1997?
  3. Sí mamá, aún tengo el árbol de navidad puesto, ya sé que estamos en marzo, pero ahora me da pereza.

El otro día decidí que no debería comprar más ropa, así que pensé que quizás, adelgazando un poco, mi ropa vieja (la de hace 3 meses) me quedaría fetén. Según las modelos, para estar divain sólo hay que beber mucha agua y dormir 8 horas al día (porque tu genética de 1,90 y 45 kg se debe a eso, claro). Y a ello me puse: siguiendo los consejos de mi compañera de trabajo, me planté mis dos botellas de agua encima de la mesa para no tener que que despegar el culo de la silla, e ir a rellenarlas tan a menudo. Esto funciona así: 10 hs. Llego a la oficina; 10,20 hs. Me encuentro una de las botellas medio llena, pero no me voy a beber el agua de ayer, qué asco; 11,30 hs. Me digo a mí misma: escribo este email y voy; 13,45 hs. Ya la lleno cuando vaya a comer; 17,15 hs. Bah, ya para lo que queda de día, bebo en casa; 18,50 hs. Jo, qué sed, qué apetecible una cervecita…

Así que mi infalible plan para librarme de las cartucheras se ve truncado, día tras día, por ese nuevo palabro llamado procrastinación. Lo de dormir 8 horas, os podéis imaginar: venga, un capítulo más de la serie de turno. Ya que cojo el móvil para poner la alarma, me meto dos segundos en facebook (dos segundos que se hacen 40 minutos). Me siento en la cama y simplemente me quedo mirando un calcetín tirado en el suelo durante 4 horas…

(#CONSEJONUEVOSPOBRES)

Queridos #nuevospobres, no dejéis que la pereza os venza. Luchad contra esta nuestra maldición llamada procrastinación. Y también bebed agua (aunque hunda barcos y pudra maderas dicen que es muy buena). Quizás, sólo quizás, con la ayuda de Morfeo y el H2O podremos abandonar nuestro estatus de #outgirls y algún día, ya cuando las arrugas cuelguen y los pajaritos canten y las nubes se levanten, podremos convertirnos en #itgirls.

Sed felices y comed perdices con bajo contenido en carbohidratos.

Una #outgirl

AH DEL CASTILLO

Nueva pobre en un castillo

Lo sé amigos, hace un montón que no escribo, y me he fustigado bastante por ello, pero he tenido un par de semanas intensas labrándome un futuro digno y esperando abandonar pronto esta mi condición de nueva pobre. Ya os contaré en otra ocasión mis problemas procrastinatorios, antes llamados dejadez. He trabajado mucho, sí, pero también me he comprado unos zapatos preciosos y caros. Me he ido de fin de semana a un castillo. He comido en un restaurante estrella Michelín (el otro día me enteré que se pronunciaba Mishelán, estos gabachos cómo son). También han cerrado el Museo del Prado para mí…

No puedo dejar de relataros el fin de semana riojano donde mi Santo y yo fuimos amablemente invitados por un grupo de sabios abogados maduros (de la misma edad que yo, pero maduros). Nos alojamos en un castillo del siglo XIV, no tipo Port Aventura, sino de los de verdad.

Me comporté como una verdadera #horteranuevapobre:

  1. Grité «ah del castillo» al cruzar la puerta ante la mirada atónita de los presentes, a los que aún no conocía.
  2. Saqué todas las fotos posibles. Estos artistas, cómo sois, nos decían algunos. Yo no soy artista, querida, sólo estoy flipando. Las mandé por whatsapp a los colegas. Dar envidia era mi objetivo.
  3. Bebí todo el vino caro que me sirvieron. Hubiese bebido más, pero no me lo sirvieron.
  4. Bailé entre los viñedos del castillo. Vestida.
  5. Posé delante, detrás, a un lado y a otro de las obras de arte. Porque la bodega en cuestión, queridos, tiene una colección de arte contemporáneo ¿cómo te quedas? Muerta Sánchez…
  6. Nos levantamos y el desayuno estaba puesto. Os lo digo para que lo sepáis (no es una información relevante pero era mi deber informar de este hecho puntual sin gracia ni sentido).

Pero cuando llegó el domingo, #nuevospobres, mi Santo y yo volvimos a casa habiendo pasado un estupendo fin de semana… Fue entonces cuando, en el atasco de 3 horas entrando a Madrid, abrí la aplicación del banco que llevo en el iPhone, miré el saldo de mi cuenta y apagué el móvil. Al llegar a casa compré patatas para todo el mes. Porque una puede comer en un restaurante con estrella «Mishelán» y no despeinarse, pero de mi arroz con patatas hervidas, no encontraréis jamás, jamás, jamás, una foto en Instagram.

Sed felices, comed perdices e inmortalizad el momento. Pero el resto del mes, cuando comáis vacas flacas, vosotros, ni mú.

Una Out Girl

GET THE LOOK NUEVA POBRE. GET THE LOOK SÚPERHÉROE SÚPER-CUALIFICADO.

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Porque todos tenemos un amigo ingeniero, médico, humanista, arquitecto,diplomado,licenciado,doctorado,masterdeluniverso… que no llega a fin de mes.

Si eres un súper-cualificado, éste es tu outfit. Get the look súper héroe y demuéstrale a tu jefe que eres capaz de hacer 15 cosas a la vez y entrégaselo «antesdeayer», por el precio que merece tu contrato de becario no remunerado. Quítate las gafas modelo ClarkKent y cálzate la nueva capa #yopuedocontodo. Causarás sensación en la oficina. Es el street style que estabas buscando.

Para esta primavera/verano 2014, get the look nueva pobre, get the look súper-cualificado.

NUEVA POBRE EMPIEZA A COMER DE TUPPER

Hace ya unos años mi madre leyó en algún sitio que las señoras ricas de Nueva York cogían los sobrecitos de azúcar de los restaurantes y se los llevaban a casa con el fin de ahorrar en dicho producto. Así fue como mi madre, por no ser menos, empezó a meterse en el bolso sobres y sobres de azúcar cada vez que entrábamos en algún restaurante, bar o comercio de restauración cualquiera mientras mi hermano y yo, muertos de vergüenza y en voz muy baja soltábamos un «mamáaaaa» de esos que se dicen con la boca cerrada. Ella contestaba un «he leído que lo hacen las ricas de Nueva York». Y con eso zanjaba cualquier posible queja. Hubiese preferido que me contestase aquello de: «tú no has vivido una guerra», pero es que ella nunca ha vivido una guerra.

A todo esto debo decir que en casa jamás hemos tomado azúcar, así que si alguna vez venís invitados intentad tomar el café amargo, porque probablemente, si lo pedís, estaréis ingiriendo azúcar de 1993.

Esto me recuerda que el otro día mi amigo Quique nos invitó a comer por su XXX cumpleaños a un noble restaurante al norte de Madrid, y no faltaron los tuppers varios para llevarnos las sobras. Siempre hay sobras, así que aceptad mi consejo:

CONSEJO DE NUEVOS POBRES

(por favor, visualicen esto con la tipografía y la música de Movierecord. Gracias):

Nunca, nunca, nuca, salgáis de casa sin un tupper. Porque ese objeto de plástico cutre, tan denostado hace unos años, puede llenaros la nevera. Sí, puede que sea difícil deshaceros de la grasilla que se queda pegada en el plástico tóxico y que éste se vaya desintegrando y uniéndose a los alimentos y que en unos años todos muramos de cáncer, pero señores, acepten nuestro consejo: vais a casa de vuestra madre: llevad el tupper. Vais a casa de vuestra suegra: llevad el tupper. Vais a Casa Lucio: llevad el tupper. Vais al PolloLoco: llevad el tupper. Pintadlo de dorado si queréis, pero llevad el tupper. El tupper en el bolso. El tupper en la mochila. El tupper en el bolsillo. El tupper en la mano. Pero vayas donde vayas lleva el tupper. Y a poder ser llamadlo táper y no túper. Que somos nuevospobres, pero cultos. En todo caso, hagas lo que hagas, lleva el tupper.

 Y tras esta estupidez de post os doy los buenos días nuevospobres. Sed felices y comed perdices, o percebes, o jamón del bueno, pero siempre, siempre, siempre, en un tupper.

 La Nueva Pobre.

*Minuto de ovación al Ilistrísimo Señor Don Earl Silas Tupper, que se hizo rico inventando un producto para pobres. VIVA ÉL.

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GET THE LOOK. Viaja en Ryanair

Queridos nuevos pobres: abrimos la sección GET THE LOOK NUEVA POBRE. Hoy GET THE LOOK VIAJA EN RYANAIR.

GTL Ryaner

Porque una maleta está llena de porsiacasos y porque los porsiacasos pesan más de 10 kg., seguid mi consejo: los cinco kilos que sobran os los lleváis encima. Inspiraos en el look Heidi, fue una adelantada a su tiempo. Viajar en asientos de plástico es peligroso, protegeos con defensas en rodillas, codos y muñecas. No olvidéis el cepillo de dientes. Recordad que llevar todo lo necesario es fácil si despistáis a la azafata de la puerta.

Una vez en el avión, después de dos horas en la cola para poder coger ventanilla, buscad un sitio para colocar vuestra maleta de #10kgjustitos. Rogad no tener que viajar con ella bajo los pies. Relajaos. Comprad lotería, quizás así no tendréis que volver a viajar en lowcost. Puede que hagáis escala de emergencia para repostar. No os preocupéis, recordad que el piloto es un becario bastante bien preparado. Comprad un café por 12 euros. Intentad dormir. Morid de tortícolis. Y entonces, una vez que toque la corneta, sólo entonces, sabréis que habéis llegado al aeropuerto, ese que está a 150 km. de vuestro destino.

Buen viaje,

Los Nuevos Pobres.

NUEVA POBRE SE DA CUENTA DE QUE ES NUEVA POBRE

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Sucedió en la Primavera de 2013. Mi santo y yo estábamos invitados a una boda en Tenerife. No teníamos un duro pero… ¿decir que no? eso jamás. Así que hicimos nuestra minimaletade10kgporquenosotrosviajamosenRyanair y allí que nos fuimos. Ya se sabe que los aviones de Ryanair son como las resacas: siempre prometes que será la última, pero vuelves a caer cada vez que tienes la oportunidad.

En realidad mi santo viajó un par de días antes para asistir a la despedida de soltero. El tío no se quiso gastar 10 euros en una crema para el sol decente, así que se gastó 3 en una mierda crema y cuando llegué al aeropuerto de Los Rodeos tenía los tobillos tan quemados e hinchados que más que tobillos deberían haberse llamado «tobos» y el pobre, en medio de la boda tenía que subir cada media hora a la habitación del hotel a meter los pies en la bañera.

Pues bien, la famosa boda se celebró en un hotel deluxe al sur de Tenerife. Está bien Tenerife, me encanta esa isla de Alemania. Los novios tuvieron el gran detalle de invitarnos a dormir en el súper hotel donde celebraron la fiesta. El típico favorazo-putada. Sí, porque mi santo y yo no nos podemos permitir ni una noche en ese hotelazo donde los empleados te ponen una sonrisa hasta para cortarte las uñas de los pies. Así que tuvimos que pasar el resto de las noches en un caca hotel: sin aire acondicionado, con mosquitos asesinos, con buzón de adorno, porque nuestras postales de tías desnudas jamás abandonaron aquel lugar…

Cuando salí de la ducha del súper hotel, donde el baño tenía ducha y bañera, y me puse el albornoz blanco nuclear, las zapatillas de tela con el logo del hotel, la toalla mullida y confortable en la cabeza… allí, señores, me sentí como en casa. Fue entonces cuando me miré en el espejo y previa autofoto que subí acto seguido a Instagram, me di cuenta de que me había convertido en una nueva pobre.

Buenas noches y buena suerte,

La Nueva Pobre.